En la publicidad, salió en el día de la paz, que en la ciudad, una perdiz llamada David le dió con una gran velocidad una coz a un ataúd y se fue libremente a la facultad.
lunes, 31 de marzo de 2014
viernes, 28 de marzo de 2014
martes, 25 de marzo de 2014
La profecía de mi padre
Nací en York, en el año 1632. Mi vocación era el mar. Pero mi padre, un hombre que tuvo fortuna en los negocios, siempre se opuso a ella tenazmente. A los dieciocho años, yo no tenía ninguna profesión y mi sueño era solo navegar.
Una mañana, mi padre, ya casi anciano, me llamó a su gabinete y me preguntó por que tenía yo esa locura, cuando poda desarrollar en mi tierra un buen negocio y una vida agradable. Me dijo que no era necesario que me hiciese a mar para ganarme el pan, ya que el me podía dar una profesión. Y, finalmente, recordó a mi hermano, quien había muerto en los Países Bajos, y a quien también le había hablado como a mi, en su caso para convencerlo de que no cometiera la insensatez de irse a la guerra. Se conmovió mucho al recordar esto y las lágrimas rodaron por su cara. Si yo también daba el mal paso, dijo, Dios no estaría de mi parte...
Una mañana, mi padre, ya casi anciano, me llamó a su gabinete y me preguntó por que tenía yo esa locura, cuando poda desarrollar en mi tierra un buen negocio y una vida agradable. Me dijo que no era necesario que me hiciese a mar para ganarme el pan, ya que el me podía dar una profesión. Y, finalmente, recordó a mi hermano, quien había muerto en los Países Bajos, y a quien también le había hablado como a mi, en su caso para convencerlo de que no cometiera la insensatez de irse a la guerra. Se conmovió mucho al recordar esto y las lágrimas rodaron por su cara. Si yo también daba el mal paso, dijo, Dios no estaría de mi parte...
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